Marina Carriba Rossello - ARTILUGIO -

lunes, 27 de julio de 2015

-EL PERRO AZUL-

A veces me guiña la Santa Rita
abandonada, en su espera dominguera
O desde la butaca un fantasma obsoleto
actualiza la mirada
Y vamos otra vez como el día primero
acuñando palabras lentas
toda la multitud que me define
Una instancia cuelga sin tiempo
va soplándome lejos, ingrávida
me pega contra la luz sesgada
de una puerta, Fisgoneando
me veo estar del otro lado
A veces me guiñan los rayos
de una vieja bicicleta
Que se parece; casi igual
pero es otra, de otra vida
Y sigo por la calle a los zapatos
desgastados; la figura de algún duende
que vuelto a mí me ofrece
las cebollas, las naranjas y los tréboles
A veces me guiña un perro azul
en la penumbra del zaguán
y el ojo de la puerta
duerme su cerradura
Es cuando un infinito
acordonado de versos
me suicida desde un árbol.

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